La segmentación de red es una técnica que quizá se nombra poco, pero está muy presente en muchos lugares, y es una medida excelente tanto para mejorar la seguridad como también para controlar los flujos de tráfico a través de una red. En esta oportunidad te vamos a contar en qué consiste y para qué sirve.
Contenido
¿Qué es la segmentación de red?
Podemos definir la segmentación de red como la práctica de dividir una red en varias subredes más pequeñas, a veces llamadas “segmentos”, de manera tal que cada una se convierta en una parte aislada dentro de una mayor infraestructura, aunque en algunos casos se permite cierto grado de comunicación controlada.
Generalmente la segmentación de red se utiliza con el objetivo de mejorar la seguridad de una red o bien para limitar y controlar el flujo de tráfico entre distintas partes de una red, todo en base a reglas, permisos y los requerimientos que se presenten.
En lugar de permitir el movimiento de datos y de usuarios de forma libre a través de toda una red, la segmentación introduce determinados límites. Estos límites pueden ser físicos (por ejemplo mediante switches y routers) o virtuales (por ejemplo mediante subredes y VLANs).
Al implementar una segmentación de red, una empresa u organización puede mejorar su seguridad, mejorar el rendimiento y también controlar el tráfico de manera más efectiva.
Su importancia
La segmentación de red tiene un rol extremadamente importante en los diseños de redes y en la ciberseguridad, de hecho justamente uno de sus mayores beneficios es que mejora la seguridad de una red, lo cual es posible gracias a que se logra aislar los distintos sectores de la misma.
Por ejemplo, si un tercero logra ingresar a un sector de la red, no podrá moverse a otros. Si la persona logra ganar acceso a un área de la red que no sea crítica, se encontrará aislada e incapaz de alcanzar los sectores más sensibles de la misma. En cambio si la red no se encuentra fragmentada, podrá moverse libremente por ella.
Más allá de la seguridad, la segmentación de red trae consigo mejoras para el rendimiento. Al limitar el tráfico de difusión en los segmentos, se logra mejorar la eficiencia en general y la velocidad de la comunicación dentro de la red.
Adicionalmente, la segmentación de red también ayuda a facilitar el cumplimiento de ciertos estándares de seguridad y regulaciones, ya que de esta forma es más fácil demostrar que la información sensible se encuentra aislada y protegida. Esto puede ser un requerimiento para determinados frameworks como por ejemplo HIPAA, PCI DSS y GDPR, entre otros.
En pocas palabras, la segmentación de red no solo sirve para mejorar la seguridad, sino también el rendimiento y la escalabilidad.
Tipos de segmentación de red
Existen varias formas de lograr segmentar una red, y cada una de ellas brinda distintos niveles de control y puede ser más o menos compleja. Veamos a continuación cuáles son estos distintos tipos.
Para empezar tenemos la segmentación física, la cual implica usar hardware como cables, switches y routers para así segmentar nuestra red. Este método brinda una red segura y muy bien aislada, aunque puede ser una opción cara y muy poco flexible, especialmente en entornos grandes o que sean dinámicos.
La segmentación virtual es muy común en la actualidad, y se logra mediante el uso de VLANs y subredes para aislar el tráfico de manera lógica, incluso dentro de una misma infraestructura física. Se trata de una opción barata y escalable, lo que la hace muy popular en data centers y en el sector empresarial.
Finalmente tenemos la microsegmentación, una técnica más granular que básicamente consiste en una segmentación dentro de una segmentación, ideal para aislar sistemas y entornos entre sí. Dentro de esta categoría es muy común el uso del modelo Zero Trust y de SDNs (redes definidas por software). En los últimos años su uso ha crecido mucho de la mano del gran avance de los sistemas cloud y servidores en la nube.
Es importante tener en cuenta que estos distintos tipos de segmentación de red a menudo se suelen usar en conjunto, es decir que usar uno no quita la posibilidad de poder utilizar otro en paralelo.
Beneficios de la segmentación de red
Si bien ya lo mencionamos brevemente, vamos a introducirnos un poco más en este punto, porque lo cierto es que los beneficios que brinda la segmentación de red son estupendos.
- Contención de amenazas: como ya comentamos, si un atacante logra ingresar en un segmento de la red, no se podrá mover fácilmente a otros sectores de la misma ni acceder a otros sistemas. Esta contención limita muchísimo el impacto que pueden tener los atacantes externos, el software malicioso y las amenazas internas, reduciendo así la superficie de ataque.
- Mejor manejo del tráfico: segmentar una red nos permite priorizar, filtrar y monitorizar el tráfico de manera más efectiva. Esto nos ayuda a tener una red con comportamientos más predecibles y con mejor rendimiento.
- Rendimiento mejorado y congestión reducida: al fragmentar la red en porciones más pequeñas, estaremos ayudando a reducir el tráfico de difusión y el congestionamiento de la red, haciendo que los datos se muevan de manera más eficiente a través de ella.
- Monitoreo simplificado: tener sectores pequeños y bien definidos ayuda a simplificar el monitoreo de la red, de manera que comportamientos extraños puedan ser detectados más fácilmente. También es ideal para solucionar problemas ya que estarán aislados a determinados sectores.
- Cumplimiento de regulaciones: tal como ya comentamos hace algunos párrafos, hay estándares de seguridad que requieren o recomiendan tener sistemas aislados para manejar datos sensibles, y disponer de una segmentación de red ayuda a la empresa a facilitar el cumplimiento de dicho requerimiento.
Casos de uso comunes
Como ya hemos visto, la segmentación de red es una estrategia muy versátil que puede aportar muchos beneficios, ¿pero dónde es más común ver este tipo de técnica aplicada? Lo cierto es que se puede aplicar a muchos sectores.
Dentro de una compañía, la segmentación de red se puede utilizar para separar distintos departamentos que manejan sus propios datos sensibles que no requieren ser compartidos, como puede ser el caso áreas de finanzas, recursos humanos y legal. Esto ayuda a prevenir acceso no autorizados y a proteger información que se suele considerar como crítica.
Para el caso de empresas que reciben clientes o invitados, se puede disponer de una red exclusiva para ellos, de forma que no se necesite compartir el WiFi que usa la empresa. Esto permite que los visitantes se conecten a la red sin necesidad de usar la misma red que el personal.
La protección de sistemas viejos y del Internet de las Cosas también entra dentro de las aplicaciones comunes de la segmentación de red. En ambos casos, tenerlos aislados es beneficioso ya que estamos hablando de sistemas que no suelen contar con los estándares de seguridad más actuales.
En data centers la segmentación de redes es el pan de cada día, ya que al usarla estaremos manejando el tráfico de forma más eficiente, y forzando un control de acceso entre distintos tipos de aplicaciones y servidores de red.
Otra aplicación muy común es el aislamiento de malware, ya que al tener un segmento aislado se puede desconectar el mismo sin necesidad de tirar abajo toda la red, lo cual ayuda a los equipos de respuesta a trabajar de mejor forma.
Mejores prácticas
Segmentar una red no es tarea sencilla, pero llevar a cabo estas prácticas que listamos a continuación pueden hacer que el proceso sea más fácil, así como también facilitará trabajar con la red una vez segmentada.
- Mapear la red: antes de segmentar una red es importante entender cómo funciona y cómo fluye el tráfico en ella. Identificar puntos importantes e información sensible nos ayudará a planificar mejor.
- Principio de privilegios mínimos: es importante que los usuarios y sistemas solo tengan acceso a los segmentos necesarios para cumplir con su rol, lo cual limitará el movimiento lateral en la red en caso de un acceso no autorizado.
- Uso de firewalls y listas de control de acceso: es imprescindible definir reglas que gobiernan el movimiento del tráfico entre los sectores de la red. Los firewalls, routers y switches pueden forzar estas reglas y controles de acceso en distintos puntos de la red.
- Monitorizar el tráfico: esta práctica consiste en monitorizar el tráfico entre segmentos, y nos permitirá detectar anomalías, lo cual puede ser indicios de un ataque o bien pueden originarse en configuraciones incorrectas.
- Revisar y actualizar el plan de segmentación: a medida que una empresa crece puede ser necesario hacer ajustes en la segmentación de red, por ejemplo si se realizan migraciones o si se crean nuevos departamentos dentro de la compañía. Revisar las políticas de segmentación y asegurar que se estén cumpliendo es imprescindible.
- Combinarla con otras estrategias de seguridad: la segmentación de red es genial, pero se puede volver mucho más robusta cuando va de la mano con otras técnicas, por ejemplo emplear sistemas de detección de intrusos, utilizar el modelo Zero Trust y usar software EPP (Endpoint Protection Platforms).
Conclusión
La segmentación de red es una estrategia fundamental que, aunque a veces pase desapercibida, cumple un rol clave en la seguridad, el rendimiento y la organización de las redes modernas.
Implementarla no solo ayuda a contener amenazas y mejorar el tráfico, sino que también facilita el cumplimiento de normativas y el monitoreo. Adoptarla, junto con otras medidas de protección nos permite construir redes más seguras, eficientes y preparadas para los desafíos de la actualidad.