Aproximadamente la mitad de todo el tráfico de Internet actual está formado por bots que se utilizan para simular la comunicación humana, buscar contenidos en línea, realizar la optimización de motores de búsqueda, automatizar un servicio de atención al cliente o llevar a cabo actividades maliciosas como el robo de datos, estafas y ataques DDoS.
Los bots son herramientas digitales, y como cualquier herramienta, pueden utilizarse para bien o para mal. Para entender cómo los bots pueden ayudarte o cómo pueden perjudicarte es necesario estar familiarizado con ellos y lo que es lo que pueden hacer.
Contenido
¿Qué son los bots?
Un bot es una aplicación programada para realizar determinadas tareas. Los bots pueden funcionar solos, siguiendo las instrucciones que se les dan sin necesidad de que una persona los ponga en marcha.
Muchos de estos bots están diseñados para hacer cosas que normalmente harían los humanos, como tareas repetitivas, realizándolas mucho más rápido de lo que puede hacerlo un humano. Por tanto, según este significado de bot, no todos los bots son malos como se suele creer.
Sin embargo, muchos están diseñados para causar daño o beneficiar a sus usuarios a expensas de personas, ordenadores o redes. Los bots también pueden organizarse en grupos, como es el caso de una botnet, que básicamente es una red de sistemas comprometidos y utilizados como robots para llevar a cabo un ataque.
Funcionamiento
Los bots suelen tener tres componentes de complejidad variable:
- El código: Permite a los bots llevar a cabo lo que están diseñados para hacer. Este código es legible por un sistema informático. Sin embargo, un desarrollador individual de bots puede optar por opciones de bajo código para ayudar a crear un bot más rápidamente.
- Una base de datos: Contiene los datos de los que se nutre el bot para funcionar y también los datos extraídos de las páginas rastreadas.
- Integraciones API: En el caso de los bots complejos o con funciones ampliadas, las API pueden ayudar a los desarrolladores de bots a incorporar nuevas funciones de forma más rápida y sencilla.
Aunque se ha mencionado que los bots pueden tener sólo unas pocas líneas de código, muchos tienen grandes archivos ejecutables más allá de lo que un usuario casual podría escribir en unos minutos.
Tipos de bots más comunes
Veamos cuáles son algunos de los tipos más comunes que nos podemos encontrar en la web.
- Chatbots: Un chatbot interactúa con una persona dándole indicaciones predefinidas que ésta debe seleccionar. Un chatbot independiente utiliza el aprendizaje automático para nutrirse de las entradas humanas y escanear en busca de palabras clave valiosas que puedan desencadenar una interacción. En sistemas como WordPress es posible instalar plugins de Chatbots para contar con uno fácilmente.
- Araña web (Crawler): Un bot araña, también conocido como rastreador web, está gestionado por un motor de búsqueda, como Bing o Google. Las arañas están diseñadas para indexar lo que hay dentro de los sitios web para ayudar a un motor de búsqueda a clasificar cada sitio correctamente.
- Bots de raspado (Scraping): Un scraper bot toma precios, reseñas de productos, contenido curado y datos de inventario en un intento de obtener tráfico. Los clientes son redirigidos a un sitio distinto del que deseaban porque el bot de raspado ha recogido este tipo de datos críticos, lo que atrae el tráfico al lugar equivocado
- Spammers: Estos bots están diseñados para difundir spam. A menudo son capaces de extraer información, como datos de contacto, y utilizarla para crear cuentas falsas. Los spambots también pueden manejar cuentas de redes sociales.
- Bots de redes sociales: Funcionan en plataformas de redes sociales. Imitan las acciones de los humanos para influir en los usuarios o mercados que dependen de las estadísticas e impresiones de las redes sociales.
- Bots de descarga: Los bots de descarga están diseñados para descargar aplicaciones una y otra vez, ayudándolas a subir en las listas de éxitos. Una vez en lo más alto de las listas, la aplicación puede ser vista por usuarios legítimos.
- Bots de tickets: Los bots de venta de entradas o también conocidos como bots de reventa, compran entradas u otros artículos de gran demanda. Luego, el usuario del bot vende el artículo a un precio inflado, obteniendo un beneficio.
Usos legítimos de los bots
Los robots son herramientas eficaces para automatizar una serie de tareas rutinarias pero laboriosas, como el análisis de datos y la obtención de información. Por lo tanto, hay una serie de casos de uso para ellos, desde la simulación de la conversación humana a la búsqueda e indexación de montones de información.
Los buenos bots se presentan en varias variedades comunes como:
Chatbots: Además de los chatbots de atención al cliente, las empresas también utilizan chatbots para tareas internas, como la incorporación de nuevos empleados, la automatización de la formación rutinaria y la resolución de problemas operativos cotidianos.
Rastreadores web: Los bots que buscan e indexan contenidos web se utilizan habitualmente para la optimización de motores de búsqueda (SEO) y los estudios de mercado. Las arañas de los motores de búsqueda examinan el contenido de una página web y lo clasifican en función de factores como los enlaces que contiene y las páginas vistas.
Hay quienes utilizan rastreadores para analizar sus propios sitios web y comparar sus contenidos con los de sus competidores e identificar las áreas en las que su SEO puede necesitar ayuda.
Raspadores: Estos bots destacan en el escaneado de código y la recuperación de información. Muchas empresas los utilizan para revisar grandes volúmenes de sitios y páginas web que sería imposible hacer manualmente.
Los raspadores web pueden peinar el código y extraer información relevante, como precios para sitios de comparación de otros precios o comentarios de redes sociales para estudios de mercado.
Usos malintencionados
Por desgracia, al igual que de forma legítimas se siguen desarrollando nuevos usos para los bots, también lo hacen para usos ilegítimos. Así, los malintencionados no necesitan un gran nivel de sofisticación técnica para lanzar sus ataques con bots.
Algunos de los casos de uso más comunes de los bots maliciosos son:
Phishing: Se utiliza para introducir malware en las redes, buscar credenciales válidas en los sitios web y realizar el trabajo repetitivo de validar las credenciales robadas. Dado que los usuarios suelen reciclar contraseñas, los atacantes pueden utilizar bots para probar credenciales en varios sitios, en busca de acceso.
Denegación de servicio: Las redes de bots pueden utilizarse para inundar sitios web con tráfico falso por varias razones, pero perpetrar un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) es uno de los objetivos más comunes. En un ataque DDoS, los bots se conectan repetidamente a la dirección de un sitio web, saturando los servidores y colapsando el sitio.
Scraping malicioso: Al igual que las empresas legítimas utilizan bots para buscar datos en Internet, se pueden utilizar bots para buscar información en sitios web. Las empresas rivales o los Estados nación pueden hacerlo para averiguar datos de la competencia. Otros utilizan scrapers para recopilar información confidencial y venderla.
Scalping: Estos bots pueden actuar como compradores de productos o servicios muy demandados, disminuyendo la oferta y haciendo subir los precios. Sus primos, los «bots francotiradores», pueden programarse para intervenir en el último segundo y adelantarse a cualquier puja humana para completar una transacción.
Fraude de clics: Los bots que nunca se cansan de hacer clic en un enlace son un peligro para los presupuestos y las marcas. Pueden jugar con las clasificaciones de los motores de búsqueda creando tráfico hacia enlaces falsos y desviando el tráfico real hacia direcciones web o palabras clave falsas.
Algunos cometen fraude publicitario, utilizando bots que hacen clic repetidamente en anuncios de pago por clic, agotando el presupuesto del anunciante. Algunos bots inundan sitios con tráfico ilegítimo, contaminando los flujos de datos que las empresas utilizan para orientar las decisiones de ventas y marketing.
Cómo proteger nuestra web
Existen varias medidas básicas de mitigación para detener el tráfico de bots. La principal es añadir un CAPTCHA, gracias al cual el usuario simplemente tiene que hacer algo que es muy difícil para un bot, cómo leer texto o indicar dónde se encuentran ciertos tipos de objetos. Esto puede evitar que muchos tipos diferentes de bots ataquen tu sitio.
También puedes utilizar robots.txt, que está diseñado para impedir que los robots rastreen tus sitios web. Incluso puedes ajustar la configuración para que no impida que servicios legítimos como Google Ads recopilen datos necesarios que puedan ayudarte con el marketing.
Algunas técnicas avanzadas de mitigación de bots incluyen un enfoque estático, donde se utiliza un rango predeterminado de reglas que bloquean el tráfico. Esto podría implicar la inclusión en una lista negra de direcciones IP sospechosas o de tráfico que se salga de los parámetros aceptables, como el número de peticiones realizadas durante una sesión. También se puede bloquear el tráfico de navegadores antiguos, que pueden utilizarse para lanzar ataques porque tienen una configuración de seguridad obsoleta.
El enfoque basado en retos puede dificultar el acceso de un robot a un sitio obligándole a hacer algo difícil para un robot, como leer, hacer cálculos matemáticos o reconocer objetos dentro de imágenes. El enfoque basado en retos es el principio impulsor de Captcha, que como ya dijimos implica tareas fáciles para los humanos pero muy difíciles para los robots.
Por otro lado tenemos el enfoque conductual, que consiste en identificar comportamientos aceptables e inofensivos y, a continuación, señalar los comportamientos anómalos que infrinjan los parámetros aceptables. Las tácticas de comportamiento también incluyen el uso de rasgos humanos, como la actividad biométrica, ya que es muy difícil para un bot presentar datos biométricos precisos.
Conclusión
Los bots son una parte inevitable de la Internet actual, con un potencial enorme tanto para el bien como para el mal. Comprender cómo funcionan, qué tipos existen y cómo pueden afectar a tu sitio web es muy importante para aprovechar sus beneficios sin caer en sus riesgos.
Si bien algunos son esenciales para la funcionalidad de Internet, otros pueden representar una seria amenaza. Por eso, adoptar medidas de protección no es opcional, sino necesario. Con las herramientas adecuadas y una estrategia de mitigación bien pensada, es posible mantener tu sitio seguro sin comprometer la experiencia de los usuarios reales.