Los sitios web están compuestos por distintos elementos como imágenes, scripts, videos, textos y un largo etcétera. Gran parte de estos elementos forman parte de lo que se denomina como contenido estático, y en esta oportunidad te vamos a contar todo lo que necesitas saber al respecto.
Contenido
¿Qué es el contenido estático?
El contenido estático es aquél que es entregado al usuario tal como se almacena en el servidor, sin sufrir ningún cambio ni modificación. Esto incluye por ejemplo archivos HTML, hojas de estilo CSS, archivos de JavaScript, imágenes, fuentes y videos. Cuando un navegador solicita un recurso de este tipo a un sitio web, el servidor lo envía tal cual lo tiene almacenado.
Estos elementos son uno de los principales componentes de cualquier sitio web, formando su estructura, apariencia y funcionamiento. Debido a que el contenido estático no funciona por medio de bases de datos ni requiere procesos específicos del usuario, suele cargar rápidamente y consumir pocos recursos a nivel servidor.
Cuando estamos viendo las imágenes de un sitio web, sus estilos o su logo, lo que estamos viendo es contenido estático. Estos elementos son consistentes para todos los usuarios, contrario a lo que ocurre con el contenido dinámico es cual es más personalizado y a veces generado en el momento.
Comprender en qué consiste el contenido estático y optimizarlo correctamente es imprescindible para mejorar la velocidad de nuestro sitio web, y por lo tanto para mejorar la experiencia de usuario y lograr mejores conversiones.
Contenido estático vs Contenido dinámico
Como dijimos en el punto anterior, así como existe el contenido estático también existe el contenido dinámico. El estático es un contenido fijo y que se entrega al visitante tal como se almacena, e incluye contenido multimedia, HTML, CSS, etc. No cambiará a menos que el desarrollador del sitio cambie los archivos almacenados.
Por otro lado, el contenido dinámico es aquél que se genera en tiempo real, y a menudo utiliza tecnologías como PHP, Python, Node.js, entre otras. Este tipo de contenido suele ir de la mano con consultas a la base de datos, depende de las sesiones de usuarios y de la lógica de nuestro backend.
Por ejemplo, una página de un blog es generalmente estática, pero si el blog además contiene una sección de “Recomendado para ti”, lo más seguro es que esa sección sea dinámica y haya sido generada en base a cookies y nuestro historial de navegación y de visitas al sitio en cuestión.
El contenido estático se distribuye más rápidamente que el dinámico y también es fácil de almacenar en caché, lo cual lo hace ideal para páginas que necesiten ser muy rápidas. Por su lado el contenido dinámico consume más recursos, pero le da al usuario una experiencia más a su medida e incluso interactiva dependiendo del sitio en cuestión.
Lo cierto es que tanto el contenido dinámico como el estático cumplen roles diferentes y bien definidos, no hay uno que sea necesariamente mejor que el otro ya que funcionan de forma distinta y tienen diferentes propósitos, pero sí se complementan muy bien, no en vano la mayoría de webs modernas usan ambos.
Su importancia
El impacto del contenido estático para un sitio web es enorme y esto se puede ver manifestando en distintos aspectos.
- Menor uso de recursos: el contenido estático suele usar pocos recursos a nivel servidor para ser despachado, y si está bien optimizado es entregado al usuario rápidamente.
- Mayor velocidad: dada su naturaleza, el contenido estático se despacha rápidamente y esto mejora la velocidad de nuestro sitio web.
- Mejor experiencia de usuario: al despacharse sin demora se contribuye a mejorar la experiencia de usuario, ya que tendrá que esperar menos para ver o interactuar con nuestra web, reduciendo así la tasa de rebote.
- Beneficioso para el SEO: incluso a nivel SEO tiene sus beneficios, porque como ya decíamos al mejorar la velocidad del sitio y mejorar la experiencia del usuario estamos quedando bien parados frente a los motores de búsqueda como Google, teniendo mayores posibilidades de lograr un mejor posicionamiento en sus resultados.
- Fácil de almacenar en caché: sumado a todo lo anterior, el contenido estático puede ser guardado fácilmente en memoria caché, ya sea en la propia caché del navegador o en la de una CDN, la cual se puede usar para distribuirlo con aún mayor velocidad.
- Seguridad: incluso desde el punto de vista de la seguridad tendremos beneficios, porque este contenido no se basa en scripts y no requiere interacciones con el usuario, reduciendo notablemente los riesgos que puede acarrear utilizarlo.
Con todas las bondades que aporta, no cabe dudas de que el contenido estático es extremadamente importante para cualquier sitio web.
Cómo se sirve el contenido estático en un sitio web
Entremos ahora en un terreno un poco más técnico y veamos cómo exactamente es que el contenido estático llega desde el servidor hasta la pantalla del dispositivo de un usuario.
Cuando una persona visita un sitio web, lo que el navegador hace es solicitar al servidor el contenido del sitio para poder mostrarlo al usuario, y esto incluyendo la parte estática. El servidor responde enviando los elementos en cuestión al navegador, el cual se encarga de usarlos para mostrar la página web.
Para mejorar la velocidad a la cual el contenido estático es servido o despachado, a menudo se utiliza una CDN, es decir redes de distribución de contenidos, las cuales se basan en nodos ubicados en todo el mundo y usan el más cercano al usuario para entregar el contenido estático de nuestro sitio, mejorando así la velocidad con la que nuestra web aparece frente a sus ojos.
El contenido estático además suele servirse mediante HTTP o HTTPS, usando protocolos como HTTP/2, enviando incluso múltiples archivos en simultáneo. Los distintos tipos de servidores web como Apache, Nginx o LiteSpeed a menudo se configuran para ser muy eficientes a la hora de despachar este tipo de contenido, pudiendo integrar incluso algoritmos de compresión para entregarlos al navegador más rápidamente.
Ejemplos de contenido estático
Como ya decíamos el contenido estático está por todos lados y es una parte muy importante de cómo se conforma y se muestra un sitio web, así que veamos algunos ejemplos de elementos de este tipo.
- Archivos HTML: se encargan de definir la estructura y disposición de una página.
- Hojas de estilo CSS: controlan cómo se ve y cómo se percibe un sitio, incluyendo sus colores, fuentes, espacios, etc.
- Archivos de JavaScript (JS): si bien los JS pueden crear contenido dinámico, lo cierto es que estos archivos como tales son en realidad estáticos y nunca cambian.
- Imágenes e iconos: por ejemplo logos, fondos, elementos decorativos, etc., sin importar su formato ya sean JPG, PNG, WebP, entre otros.
- Fuentes: las fuentes que se cargan directamente desde el sitio web o mediante una CDN también forman parte de los elementos estáticos de un sitio web.
- Videos y PDFs: ya sea que estén incrustados en el sitio o se acceda a ellos por medio de descargas directas.
Pueden existir incluso partes de un sitio web que se sientan interactivas, por ejemplo un slider de imágenes o un menú desplegable, que en realidad de fondo se basan en archivos estáticos como JS y CSS.
Mejoras prácticas y herramientas
A la hora de trabajar con contenidos estáticos podemos seguir una serie de prácticas recomendadas, así como utilizar diversas herramientas y tecnologías que mejorarán la parte estática de nuestra web y por ende su velocidad.
Primero que nada es recomendable siempre utilizar la minificación de CSS, JS y HTML, una tecnología que nos puede ayudar a reducir el tamaño de estos archivos al remover caracteres innecesarios. Los algoritmos de compresión que se ejecutan a nivel servidor, como por ejemplo gzip o Brotli, también son útiles para hacer que estos contenidos se despachen más rápidamente.
El uso de sistemas de caché también es recomendado, ya sea mediante tecnologías como Memcached, Redis, Varnish y similares, así como también utilizando el caché de navegador y los headers de cache-control que integra el servidor web.
El uso de CDNs es extremadamente recomendado para servir contenido estático, ya que además de mejorar la velocidad de despacho también nos ayuda a ahorrar recursos a nivel servidor, incluyendo CPU, RAM, I/O y transferencia.
Es recomendable utilizar formatos que sean livianos y aún así aporten buena calidad, como por ejemplo WebP y AVIF para el caso de las imágenes, MP4 y WebM para los videos y WOFF2 para las fuentes.
A nivel servidor los mejores webservers disponibles son Nginx y la versión premium de LiteSpeed, los cuales si están bien configurados tienen un rendimiento incluso mejor que el de Apache a la hora de distribuir contenidos estáticos.
Si quieres mejorar la velocidad de tu web y no aplicas estas prácticas entonces comienza con ellas cuanto antes y verás que los cambios serán notables. Por supuesto trabaja siempre primero en un entorno de desarrollo de ser posible y realizar respaldos antes de hacer cambios importantes.
Conclusión
El contenido estático es una de las bases fundamentales de cualquier sitio web. Aunque no cambie de forma dinámica, su correcto manejo va a influir directamente en la velocidad del sitio y en la experiencia del usuario.
Optimizarlo no solo mejora el rendimiento de nuestra web, sino que también impacta positivamente en el SEO y en la percepción general de la página. Implementar prácticas como minificación, compresión, caché y uso de CDNs puede marcar una gran diferencia en la velocidad del sitio.
Así que ya sabes: no dejes el contenido estático de lado porque es la clave para construir sitios más rápidos, eficientes y amigables para el usuario.